De la susodicha Thermomix no le pude aclarar mucho a Javier pues no soy usuaria a nivel personal (ni a nivel profesional tampoco, en catar trufas me dedico mucho más a la sala que a la cocina, para que engañarnos) así que, por mi parte se quedó en el aire la decisión final de la compra o no del aparato, pero me quedé con ganas de decirle: "Hombre, Casarrubios, comprate un estuche de vapor Lékué"
Cuantas veces no hemos dado un consejo por carecer de tiempo, por que se cambió de conversación, por que realmente no venía a cuento. Mi sueño, gracias al blog de catar trufas, es poder compartir estos consejos de ama de casa actualizada y modernilla, y que los leais (o no) cuando convenga, pero sobre todo ya podré decir sin que nadie me contradiga "Te lo dije. Lo colgué en un post el 18 de octubre, San Lucas, patrón de Jaén, para no acordarme...."
Bienvenidos al interior de mi cocina
Ana Cruz
Umm!desde aquí huele, tu cocina amorosa a algo trufado muy bien ideado, me apunto!!
ResponderEliminarLeyéndote me has dado una idea: instalaré la thermomix en la moto y así no tendré que volver a buscar el típico bar de carretera donde paran todos los camioneros.
ResponderEliminarGracias "anonimos" por vuestros comentarios. El de la thermomix se que es Javier y te comento que estés a la espera de un nuevo post en el que honraré al gremio de los camioneros (encabezados por mi amigo el Sr Torresano) hablando de los magníficos bar-restaurante de carretera. Espero que te guste a ti y a tu moto
ResponderEliminarTengo que confesarlo: al final cayó la Thermomix y de momento creo que va a ser una más de la familia. En los siete días que lleva en casa no ha parado de cocinar para nosotros cuatro. Da igual lo que le pidas porque te lo va a hacer sin protestar y sin gritar.
ResponderEliminarMe gusta, me gusta.....